Los videojuegos clásicos han desaparecido

Como parte de una alarmante investigasenzamai coralbluescarpe ynotborse harmonte-blaine cainsmooredonna diego-dalla-palma chilloutshut mandarinaducksaldi akuscarpe coralblueoutlet andcamiciesaldi guardianialberto corinne abbigliamento sexy scarpeovye and-camicieción, la Video Game History Foundation, en colaboración con la Software Preservation Network, llevó a cabo un estudio enfocado en la disponibilidad de juegos clásicos en el mercado actual. Aquí, se dio a conocer que el 87% de los videojuegos clásicos simplemente no están a la disponibilidad de los usuarios de una forma oficial en estos momentos. Solo el 13% de la historia de este medio se encuentra al alcance del público. De hecho, durante los más de 50 años que lleva existiendo esta industria, no ha existido un solo periodo de cinco años en donde el 20% de los productos de entretenimiento electrónico han estado disponibles de una forma viable para los consumidores. Menos del 1% de los juegos publicados antes de 1980 han sido relanzados, y menos de una quinta parte de la historia de los videojuegos ha tenido algún tipo de relanzamiento.
Para acceder a nueve de cada 10 juegos clásicos, los usuarios solo tienen tres opciones. Haber nacido en el momento adecuado y preservar su colección de hardware y software; viajar a las pocas librerías de videojuegos que existen en el mundo, o recurrir a la piratería. Esto significa que una enorme cantidad de juegos solo están disponibles para quienes con un par de bolsillos interminables, o aquellos que tuvieron la ventaja de nacer 20 años antes de que estos productos desaparecieran.

Si bien es cierto que múltiples compañías han puesto a la disponibilidad del público parte de su catálogo clásico, esto solo representa un porcentaje muy pequeño, y usualmente estas colecciones y relanzamientos están dirigidos a los productos más populares, dejando de lado a títulos que probablemente ya muchos han olvidado.
Preservar el medio
Para solucionar esto, instituciones como la Video Game History Foundation y la Embracer Games Archive han estado haciendo todo lo posible por preservar todo lo que este medio ha creado. Desde juegos clásicos, pasando por consolas y accesorios, hasta contenido suplementario, como revistas y guías. Sin embargo, este es un trabajo complicado que no solo requiere de un soporte financiero de alto nivel, sino que las leyes de derechos de autor actuales se interponen en el camino.
A diferencia de las películas, libros y música, los cuales se han adaptado a las nuevas formas de distribución y medios de consumo, los videojuegos son mucho más complicados en diversos niveles. Desde una perspectiva tecnológica, cada ocho o 10 años hay un cambio de hardware que vuelve muy complicada la preservación de este medio. En comparación, el DVD sigue siendo un formato viable para las películas y series, incluso cuando el Blu-Ray es mucho más popular actualmente. Aún con el apogeo del streaming, la gente sigue comprando CDs, Vinyles y hasta Cassettes de música. Sin embargo, una vez que el periodo de una consola llega a su fin, las compañías rara vez voltean al pasado.

De igual forma, hay cientos de juegos que hacen uso de tecnologías que no se pueden replicar fácilmente en otro hardware. Los controles de movimiento del Wii, la tableta y el juego asimétrico del Wii U, o la tecnología NFC es algo que tal vez ya no exista en un futuro. Lo mismo se puede decir de los servidores, los cuales destruirán por completo a múltiples títulos una vez que cierren sus puertas. Si miramos más al pasado, es complicado reproducir el sentimiento de jugar Mega Man 2 en una CRT, incluso cuando los filtros de scanlines tratan de replicar este sentimiento.
Junto a esto, el compartir y preservar juegos se han visto rodeado de una extraña conversación en donde conceptos como la piratería y la emulación usualmente son confundidos entre ellos por parte de organizaciones gubernamentales, fans y hasta las mismas compañías. En lugar de proteger la importancia de estos juegos, las grandes empresas prefieren cuidar sus bolsillos.

Un juego le puede pertenecer a una compañía en un momento, y al otro, la propiedad ha cambiado de dueño. Gracias a una serie de complicaciones legales a causa de fusiones, bancarrotas, venta de IPs y mucho más, relanzar cualquier juego clásico que tenga algún tipo de licencia es un infierno legal, en donde ya no solo basta pagarle a los dueños de este título, sino a cualquiera que tenga algún tipo de sustento legal. De esta forma, es prácticamente imposible que entregas como The Simpsons Hit & Run estén disponibles hoy en día.
Si bien uno puede llegar a pensar que juegos clásicos se refiere al NES o SNES, la verdad es que este concepto es mucho más extenso. El estudio de la Video Games History Foundation ha establecido que un juego clásico es aquel producto que salió antes del 2010, por lo que tu Xbox 360 ya es retro. Esto quiere decir que, al menos hasta el momento, títulos como Metal Gear Solid 4, el cual sigue atrapado en el PlayStation 3, corre el mismo riesgo que Chester Cheetah Too Cool to Fool del Super Nintendo.

Incluso si la definición de la Video Game History Foundation no incluye cualquier lanzamiento de los últimos 13 años, esto no quiere decir que estos títulos no corran el mismo riesgo. No hay mejor ejemplo de esto, que el cierre de la eShop del 3DS y Wii U. Si bien Nintendo y otras compañías están haciendo todo lo posible para que parte de su catálogo en estas dos plataformas esté disponible hoy en día, la triste realidad es que títulos como Attack of the Friday Monsters serán olvidados, y gracias a que este y más juegos son completamente digitales, no hay una forma legal para disfrutar de estas experiencias.
Pese a que las grandes compañías quieran tapar el sol con un dedo por medio de colecciones, relanzamientos y servicios de suscripción, como Nintendo Switch Online y PlayStation Plus, la realidad es que por cada Super Mario Bros. o Final Fantasy VII, hay cientos o miles de juegos clásicos que se han perdido para siempre. Si bien es cierto que la calidad de estos productos es variada, también es cierto que algunos de los títulos más importantes para este medio ya no están al alcance del público. ¿Alguien sabe dónde jugar de una forma legal GayBlade? ¿Qué hay de Chávez II? ¿Ultima? ¿Panzer Dragoon Saga? ¿Drakengard? ¿Alter Ego? ¿Vib-Ribbon? La lista es interminable.

Pese a que siempre existe la opción de tratar de comprar una copia física por medio de revendedores y sitios de colección, esto es muy complicado. No solo tienes que enfrentarte a precios que parecen ridículos, sino que pagar un riñón no es una garantía que el juego que estés tratando de comprar funcione o esté disponible con caja y manual. Por si fuera poco, el estudio de la Video Game History Foundation ha revelado que los precios de los juegos clásicos usados han aumentado en un 33% año con año desde el 2021. Si bien conseguir una copia de Pokémon Red como un fan de la serie no puede sonar tan mal, aquellos que buscan preservar este medio se han encontrado con un gigantesco muro que impide cumplir con su tarea.
¿Hay una solución?
Entonces, ¿cuál es la solución? Aunque muchos pueden decir inmediatamente que la piratería es el camino que se debe de tomar, esto es solo ponerle un curita a una herida causada por machete. No solo existe el conflicto moral y legal que cada persona determina por su cuenta, sino que esta no es una solución. Modificar una consola, buscar ROMs y emular cualquier juego que sea posible no es algo que todos puedan hacer por múltiples razones. Como jugadores apasionados que somos, el buscar Final Fantasy Tactics Advance en un lugar de internet alejado de los ojos de Square Enix puede ser sencillo, pero para aquellos que no tienen esa pasión, no saben, o no quieren tomar todos los pasos necesarios para hacer esto, el hecho de que un juego no esté disponible de forma rápida y sencilla en la eShop o Steam, es básicamente lo mismo que nunca haber existido.
Aunque muchas personas quieren pensar que los videojuegos son solo para ellos, la realidad es que esta industria es consumida por una enorme cantidad de personas. Personas que tal vez nunca lleguen a conocer lo fantástico que es un Magical Quest Starring Mickey Mouse o Vectorman. La piratería es una opción, pero no debe ser la primera opción.

Una forma de solucionar este problema, sería una manera de acceder remotamente a las librerías de videojuegos que organizaciones como la Video Game History Foundation, Embracer Game Archive, y muchas más están haciendo. Por extraño que suena, los videojuegos son la única forma de arte y entretenimiento que no ha logrado tener un espacio dedicado para su accesibilidad, ya sea por el simple deseo de conocer la historia del medio, y como un modo de investigación. Al respecto, Frank Cifaldi, fundador y co-director de la Video Game History Foundation, ha señalado que la Electronic Software Asosiation, a la cual pertenecen algunas de las compañías más grandes e importantes de esta industria, cree que al ofrecer un espacio en donde los usuarios puedan acceder a juegos clásicos de una forma remota y gratuita, el público ya no esté interesado en comprar juegos, un argumento bastante estúpido cuando consideramos que las librerías han existido por siglos, y nadie está hablando sobre como la industria de los libros está en una crisis.
Bien lo dijo Cifaldi en una entrevista con The Completionist, no hay que preocuparnos por el jugador de hoy, sino por el de mañana. La mayoría de nosotros nos enamoramos de los videojuegos en nuestra infancia por medio de un título en particular. Tal vez fue Super Mario World, Crash Bandicoot o Wild Guns, y si no preservamos esta forma de arte y entretenimiento, es muy probable que generaciones futuras no sean capaces de apreciar lo que para nosotros son los clásicos, y no logren entender cómo es que esta industria ha evolucionado.
No se trata de simplemente bajar una ROM y emular algún título, sino de que estos productos estén disponibles de una forma sencilla para todos los interesados. Este no es un trabajo que se hará de la noche a la mañana. Las obsoletas leyes de derechos de autor tienen que ser modificadas, las grandes compañías tienen que dejar de pensar solo con la billetera, y el público tiene que comprender que los videojuegos son más que solo piezas de software con el potencial de ser minas de oro en el mercado de reventa. Ya se ha dado un paso hacia adelante, solo es cuestión de dar el siguiente.
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